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Los siete pecados capitales de la seguridad cuando usas servicios en la nube y cómo puedes eliminar estos errores y puntos ciegos para optimizar su uso sin exponerte a riesgos.

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1. Sin autenticación multifactor (MFA)

Las contraseñas estáticas son intrínsecamente inseguras y no todas las empresas siguen una política sólida de creación de contraseñas. Las contraseñas pueden ser robadas de varias maneras, por ejemplo mediante phishing, métodos de fuerza bruta o simplemente adivinadas. Por eso es necesario añadir una capa adicional de autenticación. La MFA hará mucho más difícil que los atacantes accedan a las aplicaciones de las cuentas SaaS, IaaS o PaaS de sus usuarios, mitigando así el riesgo de ransomware, robo de datos y otros posibles resultados. Otra opción consiste en cambiar, siempre que sea posible, a métodos alternativos de autenticación, como la autenticación sin contraseña.

2. Depositar demasiada confianza en el proveedor de la nube

Muchos responsables de TI creen que invertir en la nube significa efectivamente externalizar todo a un tercero de confianza. Esto es cierto solo en parte: existe un modelo de responsabilidad compartida entre el proveedor y el cliente, para asegurar la nube. Lo que hay que tener en cuenta dependerá del tipo de servicio -SaaS, IaaS o PaaS- y del proveedor. Si bien la mayor parte de la responsabilidad recae en el proveedor, vale la pena invertir en controles adicionales de terceros.

3. No hacer copias de seguridad

Nunca des por sentado que tu proveedor de servicios en la nube (por ejemplo, para servicios de almacenamiento/compartición de archivos) te cubre las espaldas. Debes pensar en el peor de los casos: un fallo del sistema o un ciberataque a tu proveedor. No es solo la pérdida de datos lo que afectará a su organización, sino también el tiempo de inactividad y el golpe a la productividad que podría seguir a un incidente.

4. No aplicar parches con regularidad

Si no aplicas parches, expones tus sistemas en la nube a la explotación de vulnerabilidades. Esto, a su vez, podría dar lugar a infecciones de malware, fugas de datos y mucho más. La gestión de parches es una de las mejores prácticas de seguridad que es tan importante en la nube como en demás sistemas.

5. Desconfiguración de la nube

Los proveedores de servicios en la nube son un grupo innovador, pero el enorme volumen de nuevas funciones y capacidades que lanzan en respuesta a los comentarios de los clientes puede acabar creando un entorno en la nube increíblemente complejo para muchas pymes. Esto hace que sea mucho más difícil saber qué configuración es la más segura. Los errores más comunes son configurar el almacenamiento en la nube para que cualquier tercero pueda acceder a él y no bloquear los puertos abiertos.

6. No supervisar el tráfico de la nube

La detección y respuesta rápidas son críticas si se quieren detectar las señales a tiempo, para contener un ataque antes de que tenga la oportunidad de afectar a la organización. Esto hace que la supervisión continua sea imprescindible. Vale la pena pensar que no se trata de “si” el entorno de nube será vulnerado, sino de “cuándo”.

7. No cifrar las joyas de la corona de la empresa

Ningún entorno es 100% a prueba de brechas. Entonces, ¿qué ocurre si un malintencionado consigue acceder a sus datos internos más sensibles o a información personal de empleados/clientes altamente regulada? Si los encripta en reposo y en tránsito, se asegurará de que no puedan utilizarse, incluso si se obtienen.

Cómo garantizar la seguridad en la nube

El primer paso para abordar estos riesgos de seguridad en la nube es comprender cuáles son sus responsabilidades y de qué áreas se encargará el proveedor. Se trata de decidir si confía en los controles de seguridad nativos de la nube o si es prefieres mejorarlos con productos adicionales de terceros.

Ten en cuenta lo siguiente:

- Invertir en soluciones de seguridad de terceros para mejorar la seguridad en la nube y la protección de las aplicaciones de correo electrónico, almacenamiento y colaboración, además de las funciones de seguridad integradas en los servicios en la nube que ofrecen los principales proveedores de servicios en la nube del mundo.

- Añadir herramientas de detección y respuesta ampliadas o gestionadas (XDR/MDR) para impulsar una respuesta rápida ante incidentes y la contención/remediación de infracciones.

- Desarrollar e implantar un programa continuo de aplicación de parches basado en el riesgo y basado en una sólida gestión de activos (es decir, saber qué activos en la nube se tienen y asegurarse de que están siempre actualizados).

- Cifrar los datos en reposo (a nivel de base de datos) y en tránsito para garantizar su protección. Esto también requerirá una detección y clasificación de datos eficaz y continua.

- Definir una política clara de control de acceso; exigir contraseñas seguras, MFA, principios de mínimo privilegio y restricciones basadas en IP/listas de acceso permitido para IP específicas.

- Considerar la adopción de un enfoque de confianza cero, que incorporará muchos de los elementos anteriores (MFA, XDR, cifrado) junto con la segmentación de la red y otros controles.

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